Juzgado de Garantías N°1 – Dpto. Judicial de Lomas de Zamora

Con el equipo del juzgado nos propusimos ser jáqueres para poner en jaque a la monarquía del lenguaje judicial y a las partes formales que estructuran sus resoluciones y llevamos a cabo nuestro proyecto de comunicación clara.
La transparencia y claridad en la comunicación genera confianza.
Brindamos un servicio ? la administración de justicia – por lo tanto, debemos ser claros a las personas destinatarias y usuarias del sistema judicial.
No sólo la utilización del lenguaje claro y no sexista, también una estructura fácil para informarse teniendo en consideración la forma en que se lee en la actualidad cualquier documento digital (se denomina escaneo del texto).
Considero a la comunicación clara como un derecho que abarca al lenguaje claro, la lectura fácil, el lenguaje no sexista y las nuevas formas de lectura de los productos digitales.
Es aquella en la que la ciudadanía puede encontrar en forma fácil la información necesaria, comprenderla sin dificultad y tomar, con conocimiento, sus decisiones.
El lenguaje claro está lejos de una mera simplificación, que es distinto de escribir de una manera más simple.
La lectura fácil está dirigido a las personas con restricciones en su capacidad, donde sí hay simplificación.
El lenguaje no sexista supera el uso de estructuras binarias y las controversias de escribir con la vocal ?e? o la letra ?x? o el signo @.
El neuro lenguaje proporciona criterios multidisciplinares útiles para un diseño de calidad cognitivo y lingüístico de los documentos.
El ingeniero Jakob Nielsen, doctor en interfaces de personas usuarias y ciencias de la computación en la Universidad Técnica de Dinamarca, estableció los cánones de lectura en pantalla en el llamado Patrón F.
Sus estudios demostraron que la mirada dibuja una ruta de lectura en forma de ?F? cuando lee la pantalla.
Conocemos por experiencia que las personas, al recibir una resolución impresa, lo primero que miran es la parte donde se dispone lo que se resuelve ? al final del texto – y luego retrocede a los fundamentos ? nudo de la resolución en la parte media -; ahora se la adiciona la forma en que nos hemos acostumbrado a leer todos los contenidos digitales (diarios, páginas web, blog, etc.).
Hoy tenemos estandarizados 668 modelos que incluyen actas, resoluciones, despachos y oficios con la nueva forma de comunicación que adoptamos.
Abandonamos la estructura clásica que todavía perdura de las prácticas escriturarias de aquellos oficiales reales de la colonia: ?Autos y vistos; Considerando y Resuelvo? por ?Resumen, Decido, Fundamentos, Ley aplicable?.
La jurisprudencia y la doctrina se ubica en forma separada.
Cada modelo posee título indicativo, por ejemplo ?Prisión preventiva concedida? y un cuadro que especifica los nombres de las dependencias (fiscalías, defensorías, etc.), sus titulares y demás partes intervinientes.
La comunicación clara es un imperativo – incluso legal – que no puede seguir postergándose.