DOCTORA MARGARITA DEL CARMEN TROPIANO

La Asociación de Magistrados y Funcionarios del Departamento Judicial de la Matanza y su Consejo Directivo, tenemos un gran pesar por su partida, pero también la satisfacción de haberle reconocido en vida su lucha por nuestros intereses, situación que quedó por demás ratificada con el acompañamiento mayoritario en 16 años de gestión.
Su vida y carrera se alzan como testimonio profesional y existencial de quienes elegimos al poder judicial como lugar de trabajo y de realización profesional.-
Sus logros y liderazgo asociativo y moral no llegaron por generación espontánea, sino luego de una trayectoria probada.
Hablamos de testimonio, porque es importante mencionar que ella fue el fruto de una familia de inmigrantes, que con noble esfuerzo costearon sus estudios, y siguiendo los pasos que le enseñaron a dar, comenzó una larga y prolífera trayectoria, amalgamando su rol profesional con el de mujer, hija, esposa, madre y abuela.
Comenzó su carrera judicial en el año 1969, desempeñándose como “meritoria” por dos años en un Juzgado Penal del Departamento Judicial de San Martín. En el año 1971 ingresó como auxiliar en un Juzgado Penal del Departamento Judicial de Morón; con posterioridad fue nombrada Secretaria de Primera Instancia, y más tarde Secretaria de la Segunda Instancia del fuero Penal.
Fue designada Defensora Oficial y luego Jueza de Primera Instancia, en el mismo departamento Judicial. Por último, juró como Jueza de la Excma. Cámara de Apelación y Garantía en lo Penal del Departamento Judicial de la Matanza, cargo que desempeñara por casi dos décadas.
Paralelamente trabajó siempre en la vida asociativa, integró las comisiones de la Asociación de Magistrados y Funcionarios del Departamento Judicial de Morón, participó en el Colegio de Magistrados y Funcionarios Provincial, honrándola oportunamente sus pares con la presidencia del mismo; como así también, en distintas federaciones, fundaciones y asociaciones locales, provinciales, nacionales e internacionales vinculadas a la vida judicial y al estudio de las ciencias jurídicas; habiendo sido también miembro del Consejo de la Magistratura de la Provincia de Buenos Aires.
Acompañó incansablemente la lucha por la defensa de los derechos de quienes integramos el Poder Judicial, sin abonar parcialidad política partidaria alguna, entendiendo a la independencia, el respeto a las instituciones y al asociacionismo, como mecanismos necesarios para alcanzar la meta, a fin que sean reconocidos los derechos y jerarquizadas las funciones de sus miembros.
Experimentamos un gran vacío y dolor por su partida, pedimos a Dios que le permita compartir su amor eterno y consuele a su familia.
Extrañaremos sus consejos, experiencia, tesón emprendedor y firme lucha. Hoy nos quedan para siempre como legado sus ideas y obras, que se erigen como norte en nuestra labor asociativa.

QUERIDA MARGARITA, GRACIAS.-

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